Jesús Machí trabaja en el horno familiar de su mujer y empieza a gestarse el proyecto familiar del Horno de San Bartolomé.
Puesta en valor del horno artesanal, de la masa madre y creación de numerosas variedades de pan.
Machí se hace cargo de un horno centenario ubicado en el barrio del Carmen donde reproduce el modelo del horno de Ruzafa.
Apertura Corte Inglés Pintor Sorolla – Despacho de pan y bollería para acercar los productos a todos los usuarios de los grandes almacenes.
Difusión del pan de verdad hacia las áreas de expansión de la ciudad.
Jesús Machí procede de una familia de panaderos. Sus tatarabuelos regentaban la tahona de Millares y aunque a causa de la Guerra Civil su familia tuvo que trasladarse a Real de Montroy, él creció viendo a su abuela amasar y moldear pan, y mientras lo hacia la pasión por esta profesión del niño que fue Jesús aumentaba hasta el punto de que siempre tuvo claro que continuaría con la tradición familiar.
Pero la vida aún le trajo más señales puesto que la que es su esposa, Ana Sáez, es hija de panaderos y desde el primer momento Jesús se implicó en el negocio familiar liderado por Manuel Sáez y Eleonora SerafinO. Una panadería ubicada en el municipio de Monserrat que seria el germen del Horno de San Bartolomé.
El horno de San Bartolomé, es Jesús Machi y es su equipo. Uno es indisociable del otro, porque sobre los cimientos de la familia Sáez-Machi se ha creado un espacio donde la creación en materia de panificación aún no ha alcanzado su frontera. Esto es así por dos motivos, por la avidez de conocimiento en la materia de Jesús Machi y un equipo comprometido y profesional que le permiten seguir aprendiendo y crecer juntos.
Jesús Machí procede de una familia de panaderos. Sus tatarabuelos regentaban la tahona de Millares y aunque a causa de la Guerra Civil su familia tuvo que trasladarse a Real de Montroy, él creció viendo a su abuela amasar y moldear pan, y mientras lo hacia la pasión por esta profesión del niño que fue Jesús aumentaba hasta el punto de que siempre tuvo claro que continuaría con la tradición familiar.
Pero la vida aún le trajo más señales puesto que la que es su esposa, Ana Sáez, es hija de panaderos y desde el primer momento Jesús se implicó en el negocio familiar liderado por Manuel Sáez y Eleonora Serafino. Una panadería ubicada en el municipio de Monserrat que seria el germen del Horno de San Bartolomé.
El horno de San Bartolomé, es Jesús Machi y es su equipo. Uno es indisociable del otro, porque sobre los cimientos de la familia Sáez-Machi se ha creado un espacio donde la creación en materia de panificación aún no ha alcanzado su frontera. Esto es así por dos motivos, por la avidez de conocimiento en la materia de Jesús Machi y un equipo comprometido y profesional que le permiten seguir aprendiendo y crecer juntos.
Jesús Machí es uno de los abanderados y defensores de la masa madre. Durante años ha experimentado y estudiado los procesos que rodean a este fermento natural tan beneficioso para el ser humano y aunque reconoce que al principio el sabor resultaba extraño para el paladar, ahora ya forma parte del universo gastronómico.
El horno de San Bartolomé es el epicentro de todo. Abrió sus puertas en 1985 y con el esfuerzo de toda la familia fue poco a poco generando una clientela fiel que le sigue acompañando a lo largo de los años.
En principio disponían de un horno de leña pero las reglamentaciones les obligaron a cambiarlo por hornos de piedra. De hecho, poseían uno de los hornos giratorios más grandes de Valencia.
Pero este establecimiento era más que un horno, era su vivienda y allí se han criado sus hijos entre harina, simientes y olor a pan recién horneado. Ahora ya no viven allí pero para Jesús y Ana este horno es el lugar donde radica su felicidad.
Este horno data de 1795. Comunmente se le conoce como el horno de Tossal por estar ubicado en la plaza del mismo nombre. Desde que se construyó el edificio en el que se encuentra, este bajo fue un horno. En principio estaba regentado por unos sacerdotes que lo utilizaban para dar trabajo y para alimentar a personas desfavorecidas y con el paso de los año pasó a manos de una familia con la que Jesús Machi guarda una gran relación de amistad. Es por ello, que aunque no se había planteado ampliar su negocio, decidió en 2018 adquirir este emblemático horno para que no desapareciera.
Lo reformó por completo, abriendo un gran ventanal para que desde fuera se pueda comprobar como se obra la magia y también instaló un horno a la piedra que es un signo distintivo del proceso panadero de Machí.
Este horno data de 1795. Comunmente se le conoce como el horno de Tossal por estar ubicado en la plaza del mismo nombre. Desde que se construyó el edificio en el que se encuentra, este bajo fue un horno. En principio estaba regentado por unos sacerdotes que lo utilizaban para dar trabajo y para alimentar a personas desfavorecidas y con el paso de los año pasó a manos de una familia con la que Jesús Machi guarda una gran relación de amistad. Es por ello, que aunque no se había planteado ampliar su negocio, decidió en 2018 adquirir este emblemático horno para que no desapareciera.
Lo reformó por completo, abriendo un gran ventanal para que desde fuera se pueda comprobar como se obra la magia y también instaló un horno a la piedra que es un signo distintivo del proceso panadero de Machí.
La reputación que ha atesorado Jesús Machí y el horno de San Bartolomé en los últimos 10 años es tal que el Corte Inglés se interesó no sólo por los productos que elabora sino también por la filosofía que rodean todo el negocio y por eso le cedió un espacio en El Corte Inglés de Pintor Sorolla y el de la avenida de Francia, dos ventanas al pan de verdad, con un servicio personalizado, cuidado y especializado que complementan la experiencia de llevarse a casa un pan realizado con mimo.